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miércoles, 3 de agosto de 2016
¡Oh, Jesús!
¡Oh!, Jesús
Por soledad salí a la calle.
Encontré tu ubicuidad en la mirada errante
de los transeúntes,
en las copas de los árboles,
en el vuelo de las aves,
y donde quiera que estuve
en todas partes estabas
y no me he atrevido a hablarte.
¡Oh!, Jesús
Siempre digo que te amo
a veces hasta en voz alta.
Y estás ahí, si te llamo.
Siento que te amo, Señor,
Pero te fallo.
Te fallo a Ti, que me das el pan y sus añadiduras
A Ti, que sanas mis heridas con tan sólo mirarme
Pero salgo a la calle con todas mis ataduras
y te veo
y no me atrevo a hablarte.
Siento vergüenza de mi vergüenza.
Me duele tanto ser desagradecida
Aquí estoy sin siquiera atreverme
a pedir perdón por ser cobarde
porque ayer
estabas entre la gente
y no me he atrevido a hablarte
Del libro "La Mensajera" D.R. 2004
Imagen: fotografía de Cecilia Profetico, en Taringa.net
Música en la imagen: Preludio para guitarra N°4 en Re Menor, Hector Villalobosd, Brasil, gentileza de ECOS CLASICOS, mauxhomepage.net
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