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domingo, 13 de noviembre de 2011

Otras Vidas



Sorprenden al horizonte
la colección de rectángulos,
estridencias arrastradas
que anuncian poder y muerte...
y una brizna empecinada
pidiendo, tímidamente,
permiso para existir.



Antaño, en mis horizontes,
verde vivo, azul, dorado,
perfumada gemación,
algarabías de trinos
denunciaban la estación
y en algún punto del monte
piedra y savia, incorporados,
invitaban
a existir
.










Música en el rascacielos: Debussy- El planeta imaginario, Gentileza de Asamar

jueves, 5 de mayo de 2011

MADRE

MADRE




 

Mi madre era mujer sabia
porque era una mujer simple.
Con expresiones sin labia
explicaba lo difícil.

Con las mínimas palabras
aclaraba lo profundo.

No decía que te amaba
pero estimar su razón
te sentías acertada,
en la renuncia o acción

Encontraba las verdades
En lo sensato o lo absurdo

Fue tan vital su docencia
que, aunque se fue, ya hace tiempo,
igual como en su presencia
todo se va resolviendo

 
Imagen: La ventana, óleo de Braulio Zalazar, Venezuela 1917

miércoles, 4 de noviembre de 2009

El agua más dulce


Padre descansando.( trabajo nocturno).
Madre sumergida en lo que es su mundo:
blanqueo de sábanas al ritmo chillón del escobillado.
Las hermanas lejos... andarán jugando.

Y yo, caminando por la línea del tren.
Ya cogí colores en la orilla del río,
ya conté durmientes, ya leí los nombres en letras doradas
que surcan las cruces que indican la muerte...


Y hablé con el viejo que come en un tarro
al que puso orejas de alambre oxidado...
Miré el Maule verde desde el viejo puente
y regreso a casa por la línea del tren.


Estoy tan cansada .
Tengo tanta sed.
La choza del bosque agua ha de tener.
La niña me dice "mamá fue buscar
pero no sé a qué hora irá a regresar"


Yo siento en el cuello una mano caliente
mi boca es un foso de lenguas urentes.
La niña, tan buena, me ofrece lo que hay:
tarro con residuos de agua sucia hervida:


El agua más dulce que bebí en mi vida.




Música: Summer_of42, Gentileza de damanit.com.br






sábado, 2 de mayo de 2009

El ciruelo

Bellas alas le han crecido

para despegar del suelo.

El regazo del ciruelo

un refugio le ha ofrecido.


Como pájaro en su nido

sueña con llegar al cielo

para estar lejos del ruido

y olvidarse de los miedos.


Cuando la noche se asoma

ya tiene hambre y tiene frío.

Cuando el ogro se ha dormido

danzan lúgubres las sombras.


El temor ya está de sobra

puede bajar del ciruelo,

pero se ha roto el vestido...

¿Qué dirá la madre ahora?


Tema musical: Luchin, Víctor Jara, chileno.


viernes, 19 de octubre de 2007

Constitución, mi niñez
















La casa de mi niñez
era un ciruelo especial.
Había cientos de frutales,
un níspero aristocrático,
una higuera, un nogal,
dos naranjeros tiznados,
eucaliptos milenarios,
unos guindos vergonzosos,
y ciruelos, un millar;
pero el ciruelo más alto,
el de los frutos pequeños,
amarillos y harinosos,
aquel del tronco más largo,
más difícil de escalar,
me recibió en su regazo y me protegió del ogro.
Desde sus brazos podía recorrer cuatro costados
y jamás me prohibía que me amaran las estrellas,
porque en aquel tiempo había estrellas...
hoy, ya no sé dónde están.

Al este, más allá de las costillas de los faluchos nacientes,
pasaba el Maule, tranquilo,
si era verano,
furibundo en el invierno.
Al oeste,
delante del pino insigne,
la iglesia y el hospital sanaban de alma y de cuerpo,
antes del viaje al oriente,
donde entre cerros hermanos se acostaba el cementerio.
Y frente a mí, al norponiente,
más allá de la ciudad,
un cerro inmenso y redondo
que en su cima amarillenta,
el único árbol doblado se estaba riendo del viento
que no pudo derribarlo.
Yo había pisado ese suelo y resistido aquel viento
que no te dejaba hablar,
apenas, si respirar....
si lo seguías corriendo, eras capaz de volar.
Ese cerro me quería,
pero yo le amaba más porque desde aquella cima
se podía ver el mar:
y aquella iglesia de piedra donde nunca pude entrar.
Hoy, mi ciruelo es cemento
que sólo puede mostrar
un trozo de la serpiente recostada en el oriente.
Me tienta con fantasías sobre su cumbre y glaciar....
pero me quedo aquí,
inmóvil,
porque si el mundo es redondo,
un día el pasado vuelve...
y yo lo voy a esperar.







Fotografía: Piedra de la Iglesia,
Constitución, VII Región, Chile

Tema musical:Yann Tiersen - La valse d'Amelie (Piano version)
Gentileza de charles50tao.com.br