Cúidate, Cóndor, pues cuando despliegas
tus alas abiertas de oriente a poniente,
abarcando el mundo que te pertenece,
tienes enemigos odiando tu meta:
tu ignoras fronteras de línea indecisa
con que el invasor dividió tus predios
y los corazones de todo tu pueblo.
Por eso hubo guerras que nunca se olvidan.
Si el pueblo escuchara lo que Cóndor dice
al marcar presencia en todos los escudos
ya no habría guerras ni cuerpos desnudos,
ni herencias robadas por sus directrices.
Pero ten cuidado, Cóndor de las cimas,
porque el influyente a la gente miente
nutriéndoles de odio desde su simiente
pues no le conviene que exista un Bolívar.
Cóndor de las cumbres, cuéntale a tus pueblos
que si no han podido definir fronteras,
cambiando rencores por ideas nuevas,
las borren sin duelo y sin perder su esencia.
El cóndor lo dice cuando emprende el vuelo:
"América toda es un solo pueblo."
Por eso respeten su sabia existencia.
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